después de la fulgurante vida,
llena de color de alegría,
se vislumbra el eco de unos pasos.
de melancolía y de bruma
que nos pasea en la espuma
del oleaje del pasado. Estación de cicatrices,
preludio de la muerte
con cálidos matices. Es el otoño desatado,
que entona el canto sublime,
que el espíritu exime
de todo rastro de pasado. Y en su letra por su mano,
nos cuenta sobre su hija,
mujer de virtudes prolijas
y de corazón enamorado. Mujer dulce e inocente,
mujer, que reanima cuanto existe
con su mirada… y su vientre. By: Xander-7
30/11/14